Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Cada gesto suyo era pura maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://iwanrknh090594.dsiblogger.com/71478004/qué-motivó-el-gesto-de-zidane-en-2006